Menú
Gratis
Registro
hogar  /  hyundai/ Historia de la traducción sinodal de la Biblia en 1876. Historia y significado de la traducción sinodal de la Biblia.

Historia de la traducción sinodal de la Biblia en 1876. Historia y significado de la traducción sinodal de la Biblia.

Informe del metropolita Hilarión de Volokolamsk en la conferencia intercristiana dedicada al 140 aniversario de la Traducción sinodal de la Biblia (Moscú, 4 de octubre de 2016)

1. Nos hemos reunido hoy para celebrar fecha importante en la historia del cristianismo en Rusia: el 140 aniversario de la traducción sinodal de la Biblia. Es natural que un creyente honre con gratitud la memoria de quienes le dieron la oportunidad de tocar la Buena Nueva y leer las Escrituras en su lengua materna. El aniversario de la traducción bíblica es una fiesta para todos los cristianos de Rusia.

Filón de Alejandría, que vivió al comienzo de nuestra era, escribió que los judíos de Alejandría celebraban anualmente el aniversario de la traducción de la Biblia al griego reuniéndose en la isla de Faros (donde, según la leyenda, los Setenta Intérpretes tradujeron la Biblia). Pentateuco). "Y no sólo los judíos", escribe Filón, "sino también muchos otros pueblos vienen aquí para honrar el lugar donde brilló por primera vez la luz de la interpretación y para agradecer a Dios por este antiguo beneficio, que siempre permanece nuevo".

Los pueblos eslavos honran con gratitud la memoria de los santos Cirilo y Metodio, quienes sentaron las bases de la Biblia eslava. En una época en la que la Iglesia occidental no fomentaba las traducciones a lenguas vernáculas, Cirilo, Metodio y sus discípulos dieron a los eslavos la Biblia en un dialecto que les resultaba comprensible y nativo. En Bulgaria, Rusia y algunos otros países, la memoria de los hermanos Solunsky se celebra a nivel estatal, como un día de la educación, la cultura y la literatura eslava.

Los creadores de la Traducción sinodal merecen no menos gratitud de nuestra parte. Es en esta traducción que millones de personas de habla rusa en Rusia y en el extranjero conocen y leen la Biblia.

Además, a diferencia de la situación que ocurre a menudo en otros países, donde diferentes denominaciones cristianas utilizan diferentes traducciones de las Sagradas Escrituras, en Rusia la traducción sinodal no divide, sino que une a cristianos de diferentes confesiones. Una indicación clara de esto es nuestra reunión de hoy, que reunió a representantes de las iglesias cristianas utilizando la Traducción sinodal.

Existen diferencias entre las ediciones “ortodoxa” y “protestante” de la traducción sinodal, pero se refieren sólo a ciertos pasajes. Viejo Testamento. En las ediciones "protestantes" se omiten los llamados "libros no canónicos del Antiguo Testamento"; estos son los libros segundo y tercero de Esdras, los libros de Judit, Tobit, los libros de la Sabiduría de Salomón, la Sabiduría de Jesús hijo de Sirac, la epístola de Jeremías, el libro del profeta Baruc y los tres libros de los Macabeos. Todos estos libros estaban presentes en la tradición bíblica manuscrita de la Edad Media, pero no estaban incluidos en el canon bíblico de las comunidades protestantes debido a que fueron escritos más tarde que otros libros del Antiguo Testamento y no están incluidos en el canon judío. canon.

En la parte del Antiguo Testamento de las ediciones "protestantes" de la traducción sinodal, se omiten las inserciones en la Septuaginta, que están presentes en las ediciones "ortodoxas", lugares donde la traducción de la Biblia hebrea se complementa con inserciones hechas del Texto griego. Todas estas discrepancias, sin embargo, son de naturaleza marginal en comparación con el Mensaje principal del Antiguo Testamento, que para todos los cristianos de Rusia suena en una sola traducción.

No hay diferencias entre las Biblias "ortodoxas" y "protestantes" con respecto al núcleo de nuestra fe: el Nuevo Testamento.

2. Los inicios de la educación bíblica en nuestro país se remontan a la época del bautismo de la Rus. Los monumentos más antiguos de la lengua rusa son el Evangelio de Ostromir, escrito en 1056-1057. para la Catedral de Santa Sofía en Novgorod, y el llamado "Salterio de Novgorod", que data de finales del siglo X y principios del XI, es decir. sólo una o dos décadas después del bautismo de la Rus. Los dos monumentos más antiguos de la lengua rusa son textos bíblicos. Esto nos dice claramente que el idioma ruso, la escritura rusa y la cultura rusa son inseparables de la Biblia rusa.

Gracias a las obras de los santos Cirilo, Metodio y sus discípulos, la literatura espiritual en el idioma nacional existió en Rusia desde el principio. Pero, como cualquier lengua humana viva, la lengua rusa ha cambiado. A principios del siglo XIX, la brecha entre el eslavo eclesiástico y el idioma de comunicación cotidiano se amplió tanto que los textos eslavos se volvieron difíciles de entender. Muchos representantes de la aristocracia, por ejemplo Pushkin o el emperador Alejandro I, si querían leer la Biblia, se veían obligados a leerla en francés. No había ninguna Biblia en ruso y el eslavo ya era difícil de entender. En noviembre de 1824, poco después de llegar a Mikhailovskoye, Pushkin le escribió a su hermano en San Petersburgo: “¡La Biblia, la Biblia! ¡Y definitivamente francés! En otras palabras, Pushkin pide específicamente que le envíen no una oscura Biblia en eslavo eclesiástico, sino una francesa escrita en un idioma que comprenda.

A finales del siglo XVIII, la traducción de las Escrituras al ruso se convirtió en la orden del día. En 1794 se publicó la "Epístola del Santo Apóstol Pablo con interpretación a los romanos", preparada por el arzobispo Metodio (Smirnov), donde, paralelamente al texto eslavo, se proporcionó una traducción al ruso. Esta fue la primera traducción de un texto bíblico al ruso, entendido como una lengua distinta del eslavo eclesiástico.

Una nueva etapa en la historia de la Biblia rusa se produce a principios del siglo XIX, en la época de Alejandro I. Durante la guerra de 1812, que Alejandro I percibió como una prueba enviada por Dios, tuvo lugar su “conversión bíblica” personal. lugar. Se convierte en una persona profundamente religiosa, la Biblia (en traducción francesa) se convierte en su libro de referencia.

También en 1812 llegó a Rusia un representante de la Sociedad Bíblica Británica, John Patterson. Su propuesta para la formación de una sociedad bíblica en Rusia recibe el cálido apoyo del emperador ruso, inesperado para el propio Patterson. El 6 de diciembre de 1812, Alejandro I aprobó el informe del príncipe Alexander Nikolaevich Golitsyn, partidario de la educación bíblica, sobre la conveniencia de abrir la Sociedad Bíblica de San Petersburgo. El 4 de septiembre de 1814 recibió el nombre de Sociedad Bíblica Rusa. El príncipe Golitsyn se convirtió en presidente de la sociedad. Fue creado como interreligioso; incluía representantes de las principales denominaciones cristianas Imperio ruso. Esta experiencia de cooperación entre diferentes religiones es un ejemplo importante para los cristianos de hoy en Rusia.

La sociedad se dedicó a traducir y publicar la Biblia. Durante los diez años de su existencia, ha publicado más de 876 mil ejemplares. libros de la biblia en 29 idiomas; de los cuales en 12 idiomas – por primera vez. Para principios del siglo XIX, se trata de tiradas enormes. Esto sólo fue posible gracias a la atención y el apoyo personal del emperador Alejandro I. El idioma ruso no quedó sin atención.

El 28 de febrero de 1816, el Príncipe A.N. Golitsyn informó la voluntad de Alejandro I al Santo Sínodo: “Su Majestad Imperial... ve con pesar que muchos de los rusos, debido a la naturaleza de la educación que recibieron, habiendo sido privados del conocimiento del antiguo dialecto esloveno, no sin extrema dificultad pueden utilizar los libros sagrados publicados para ellos en este único dialecto, de modo que algunos en este caso recurren al beneficio de traducciones extranjeras, pero la mayoría no puede tener ni siquiera esto... Su Majestad Imperial considera... para que para Gente rusa“Bajo la supervisión del clero, el Nuevo Testamento fue traducido del antiguo eslavo al nuevo dialecto ruso”.

Sin embargo, a medida que avanzaban las cosas, los planes de la Sociedad Bíblica Rusa se volvieron más ambiciosos: se hablaba de traducir no sólo el Nuevo Testamento, sino toda la Biblia, y no del “antiguo eslavo”, sino de los originales: griego y hebreo. .

El principal inspirador, organizador y, en gran medida, ejecutor de la traducción de la Biblia al ruso fue el rector de la Academia Teológica de San Petersburgo, Archimandrita Filaret (Drozdov), futuro metropolitano de Moscú, canonizado por la Iglesia Ortodoxa. . Desarrolló reglas para traductores y se convirtió, de hecho, en el editor jefe de todas las traducciones realizadas. último recurso en su preparación para su publicación.

En 1819 se publicaron los Cuatro Evangelios. En 1821 - completo Nuevo Testamento. En 1822 - Salterio. Uno de los primeros hebraístas de Rusia, el arcipreste Gerasim Pavsky, fue el responsable de la traducción del Antiguo Testamento. En 1824 se preparó e imprimió la primera edición del Pentateuco, pero no salió a la venta. Se decidió agregar los libros de Josué, Jueces y Rut al Pentateuco y publicarlos juntos en la forma del llamado Octateuco.

Mientras tanto, se produjo un acontecimiento fatal para la traducción: en mayo de 1824, como resultado de las intrigas palaciegas iniciadas por el conde Arakcheev y el archimandrita Focio (Spassky), Alejandro I destituyó al príncipe Golitsyn. Nuevo presidente La Sociedad Metropolitana Serafines (Glagolevsky) hizo todo lo posible para garantizar que se detuviera la traducción de la Biblia al ruso y que la Sociedad Bíblica dejara de funcionar. Casi toda la tirada del Pentateuco recién impreso con el apéndice de los libros de Josué, Jueces y Rut (9.000 ejemplares) fue quemada a finales de 1825 en la fábrica de ladrillos del Alexander Nevsky Lavra. El 12 de abril de 1826, bajo la influencia del Conde Arakcheev y su gente de ideas afines, el emperador Nicolás I, mediante su decreto, suspendió las actividades de la Sociedad "hasta el máximo permiso".

El arcipreste Gerasim Pavsky y el archimandrita Macario (Glukharev), quienes heroicamente continuaron trabajando durante estos años como individuos en la traducción de las Escrituras al ruso, tuvieron que experimentar el disgusto de las autoridades eclesiásticas de esa época.

La interrupción del trabajo en la traducción rusa de la Biblia y, poco después, el cierre de la Sociedad Bíblica Rusa se debieron no sólo a las intrigas palaciegas y a la disputa personal de Alejandro I con el príncipe Golitsyn. Quienes se oponían a la traducción, principalmente el famoso almirante Shishkov, insistieron en el carácter sagrado especial de la lengua eslava y en la insuficiencia del idioma ruso para transmitir contenidos religiosos. “...Podemos juzgar qué diferencia en altura y fuerza del idioma debe existir entre las Sagradas Escrituras en eslavo y otras lenguas: en aquellas se conserva un pensamiento; En el nuestro, este pensamiento se reviste del esplendor y la importancia de las palabras”, escribe Shishkov. En esta perspectiva, inevitablemente surgió la pregunta: ¿es necesario siquiera traducir la Biblia al ruso en presencia de los eslavos?

"Por una coincidencia inusualmente feliz, el idioma esloveno tiene esta ventaja sobre el ruso, el latín, el griego y sobre todos los idiomas posibles que tienen un alfabeto, que no contiene un solo libro dañino", escribió uno de los más destacados. representantes del eslavofilismo, Ivan Kireyevsky. Por supuesto, cualquier eslavista dirá que esta afirmación es incorrecta: en la literatura rusa antigua encontramos muchos "libros de renunciantes" rechazados por la Iglesia, varios "magos" y "encantadores", libros con contenido abiertamente herético. Pero la opinión sobre el carácter especial, excepcional, casi divino, de la lengua eslava eclesiástica se expresó una y otra vez en nuestro país. Se repite incluso hoy.

Para dar a esta opinión una valoración eclesiástica, es necesario recordar, en particular, la historia de la traducción de la Biblia a la lengua eslava. Sabemos que en repetidas ocasiones se han hecho intentos de declarar algunas lenguas “sagradas” y todas las demás “profanas”. Los santos Cirilo y Metodio, los fundadores de la escritura eslava, tuvieron que luchar contra la llamada “herejía trilingüe”, cuyos apologistas creían que sólo tres idiomas eran aceptables en el culto y la literatura cristianos: hebreo, griego y latín. Fue gracias a la hazaña de los hermanos de Tesalónica que se superó la “herejía trilingüe”.

El ministerio del Nuevo Testamento, como escribe el apóstol Pablo, es un ministerio “no de la letra, sino del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu vivifica” (2 Cor. 3:6). Desde los comienzos de la historia cristiana, la atención de la Iglesia ha estado dirigida al Mensaje, al sermón, a la misión, y no a un texto fijo en un lenguaje “sagrado” específico. Esto es radicalmente diferente, por ejemplo, del tratamiento de los textos sagrados en el judaísmo rabínico o el Islam. Para el judaísmo rabínico, la Biblia es fundamentalmente intraducible, y la traducción o transposición sólo puede acercarnos a la comprensión del único texto verdadero, que es el texto judío masorético para un creyente judío. De la misma manera, para el Islam, el Corán es fundamentalmente intraducible, y un musulmán que quiera conocer el Corán debe aprender árabe. Pero tal actitud hacia el texto sagrado es completamente ajena a la tradición cristiana. Baste decir que los Evangelios, que nos trajeron las palabras del Salvador, no fueron escritos en absoluto en el idioma en el que hablaba el Salvador (arameo o hebreo). Los Evangelios, la principal fuente de nuestro conocimiento sobre la predicación del Salvador, contienen Sus discursos no en el original, sino traducidos al griego. Se podría decir que la vida misma de la Iglesia cristiana comenzó con la traducción.

Es muy importante para nosotros que la Iglesia Ortodoxa nunca haya canonizado ningún texto o traducción, ningún manuscrito o edición de las Sagradas Escrituras. No existe un único texto de la Biblia generalmente aceptado en la tradición ortodoxa. Hay discrepancias entre las citas de las Escrituras en los Padres; entre la Biblia aceptada en la Iglesia griega y la Biblia eslava eclesiástica; entre los textos eslavos eclesiásticos de la Biblia y la traducción sinodal rusa recomendada para la lectura en casa. Estas discrepancias no deben confundirnos, porque detrás de diferentes textos en diferentes idiomas, en diferentes traducciones hay una única Buena Nueva.

La cuestión de canonizar la Biblia eslava eclesiástica como un texto “auténtico, como la Vulgata latina” se planteó en el siglo XIX. Fiscal Jefe del Santo Sínodo, Conde N. A. Protasov (1836-1855). Sin embargo, como escribe San Filareto de Moscú, “El Santo Sínodo sobre la corrección de la Biblia eslava no proclamó que el texto eslavo fuera exclusivamente independiente y, por lo tanto, bloqueó astutamente el camino hacia aquellas dificultades y confusiones que en este caso habrían sido iguales o incluso mayores que los que ocurrieron en la Iglesia Romana al declarar independiente el texto de la Vulgata”.

Fue gracias a San Filaret que la cuestión de la traducción rusa de la Biblia, dejada de lado y aparentemente olvidada tras el cierre de la Sociedad Bíblica, volvió a estar en el orden del día cuando el estancamiento social que caracterizó a Rusia durante la época de Nicolás I reemplazado por la época de las reformas asociadas con el nombre de Alejandro II. El 20 de marzo de 1858, el Santo Sínodo decidió iniciar, con el permiso del Soberano Emperador, una traducción rusa de las Sagradas Escrituras. El 5 de mayo de 1858, Alejandro II aprobó esta decisión.

La traducción fue realizada por cuatro academias teológicas. El metropolitano Filaret revisó y editó personalmente los libros de la Biblia mientras se preparaban para su publicación. En 1860 se publicaron los Cuatro Evangelios y, en 1862, el Nuevo Testamento completo. La Biblia completa - en 1876, después de la muerte de San Filaret. En total, la traducción del Nuevo Testamento tomó 4 años, el Antiguo Testamento, 18 años.

Como a principios del siglo XIX, surgió una feroz controversia en torno a la traducción. Sin embargo, la necesidad de una traducción al ruso para la existencia misma de la Iglesia rusa ya era tan obvia que la publicación de la traducción sinodal fue apoyada tanto por las autoridades eclesiásticas como por las seculares. Casi inmediatamente después de la aparición de la Traducción sinodal, la Biblia se convirtió en uno de los libros de mayor circulación y distribución en Rusia.

Se puede decir con seguridad que durante los últimos 140 años de su existencia, la Traducción sinodal ha logrado un cambio tremendo en la cultura rusa y ha asegurado el desarrollo de la teología en idioma ruso en finales del XIX y durante todo el siglo XX.

La corrección histórica de los partidarios de traducir la Biblia al ruso se hizo evidente durante las pruebas que sufrieron los cristianos rusos en el siglo XX. Gracias a la traducción sinodal. Sagrada Biblia estuvo con los creyentes incluso cuando la educación espiritual, incluida la enseñanza del idioma eslavo eclesiástico, estaba prácticamente prohibida, cuando los libros de la iglesia fueron confiscados y destruidos. La Biblia en ruso, accesible para su lectura y comprensión, ayudó a la gente a mantener su fe durante los años de persecución y sentó las bases para el resurgimiento de la vida religiosa después de la caída del ateísmo estatal. Muchos de nosotros todavía recordamos cómo las familias de nuestros padres guardaban cuidadosamente viejos libros amarillentos, cómo las delgadas ediciones “Bruselas” de la Biblia en papel de seda se contrabandeaban desde el extranjero. La traducción sinodal es nuestra preciosa herencia, esta es la Biblia de los nuevos mártires.

Después de la abolición de la persecución a la Iglesia, desde la década de 1990, la Biblia en la traducción sinodal vuelve a convertirse en uno de los libros más publicados y distribuidos en Rusia. A partir de mediados del siglo XX, casi todas las publicaciones ortodoxas comienzan a citar citas bíblicas del texto de la Traducción sinodal (anteriormente exclusivamente del texto eslavo de la Biblia isabelina). La traducción sinodal formó la base para varias traducciones de la Biblia a los idiomas de las naciones. Federación Rusa(como, por ejemplo, Kryashen o Chuvash).

3. Al rendir homenaje y gratitud a los creadores de la Traducción sinodal, no podemos dejar de tener en cuenta las críticas constructivas que se le dirigen.

Existen numerosas deficiencias editoriales en la traducción sinodal. A menudo, el mismo nombre propio en diferentes libros (y a veces dentro del mismo libro) se traduce de manera diferente en la traducción sinodal y, por el contrario, a veces diferentes nombres hebreos coinciden en la transcripción rusa. Por ejemplo, la misma ciudad israelí de Hazor a veces se llama Hazor, a veces Hazor, a veces Esorah, a veces Natzor. A menudo, los nombres propios se traducen como si fueran sustantivos comunes o incluso verbos y, en algunos casos, los sustantivos comunes se transcriben como nombres propios. Hay una inexactitud en la transferencia de realidades, rasgos cotidianos y sociales del mundo antiguo, desconocidos o incomprendidos por la ciencia del siglo XIX.

Algunos pasajes pueden inducir a error al lector. Por ejemplo, en la traducción sinodal del libro del profeta Malaquías (2:16) leemos: “... si la aborreces (es decir, la esposa de tu juventud), déjala ir, dice el Señor Dios de Israel." Sin embargo, tanto el texto hebreo como el griego dicen aquí lo contrario: que Dios odia el divorcio. (Texto eslavo: “Pero si odias, déjate ir, dice el Señor Dios de Israel, y cubrirá tu maldad”).

La traducción sinodal del Nuevo Testamento se llevó a cabo con mayor cuidado que la traducción del Antiguo Testamento. Sin embargo, se pueden hacer muchos reclamos contra la Traducción sinodal del Nuevo Testamento. Cabe recordar que cuando el Fiscal Jefe del Santo Sínodo, K.P. Pobedonostsev, preguntó a N.N. Glubokovsky para compilar una lista de imprecisiones en la traducción sinodal del Nuevo Testamento, respondió con cinco cuadernos de correcciones.

Daré sólo un ejemplo de tal inexactitud, que recientemente me llamó la atención mientras leía el libro de los Hechos de los Apóstoles. Este libro cuenta cómo durante la estancia del apóstol Pablo en Éfeso, “hubo no poca rebelión contra el camino del Señor”. El jefe del gremio de plateros reunió a una multitud que expresó su indignación por la predicación de los cristianos gritando durante dos horas: “¡Grande es Artemisa de Éfeso!” Entonces, para calmar al pueblo, llamaron del pueblo a un tal Alejandro, quien, entre otras cosas, dijo: “¡Hombres de Éfeso! ¿Qué persona no sabe que la ciudad de Éfeso es sirvienta de la gran diosa Artemisa y Diopeto? (Hechos 19:23–35).

Sabemos quién es Artemisa. ¿Pero quién es Diopeto? Se podría suponer que se trata de uno de los dioses o héroes griegos de la mitología antigua. Pero no encontrarás un dios así en el panteón griego, ni tampoco existe un héroe así en los mitos griegos. La palabra διοπετής/diopetês, traducida erróneamente como nombre propio ("Diopetus"), significa literalmente "arrojado por Zeus", es decir, caído del cielo. Eurípides en la tragedia "Ifigenia in Tauris" usa este término en relación con la estatua de Tauride Artemisa, lo que significa que cayó del cielo, es decir, no está hecha a mano. El principal santuario pagano de Éfeso era la estatua de Artemisa de Éfeso y, probablemente, Alejandro, en su discurso a los efesios, señaló la idea de que esta estatua no estaba hecha a mano. En consecuencia, sus palabras habrían de traducirse de la siguiente manera: “¿Quién no sabe que la ciudad de Éfeso es sierva de la diosa Artemisa, grande y no hecha por manos?” (o “grande y caído del cielo”, o literalmente “grande y derribado por Zeus”). No queda rastro del misterioso Diopeto.

Muy a menudo, cuando se habla de las deficiencias de la traducción sinodal, se señala su eclecticismo textual y estilístico. En este punto, los críticos de la Traducción sinodal “de izquierda” y “de derecha” están de acuerdo. La base textual de la Traducción sinodal no es griega, pero tampoco enteramente judía. El idioma no es eslavo, pero tampoco ruso.

El fiscal jefe del Santo Sínodo en 1880-1905, Konstantin Petrovich Pobedonostsev, creía que la traducción sinodal debería acercarse más al texto eslavo.

Por el contrario, Ivan Evseevich Evseev, presidente de la Comisión Bíblica Rusa, en el informe "El Concilio y la Biblia", que presentó a la Asamblea Panrusa Consejo de la Iglesia 1917, criticó la traducción sinodal por ser demasiado arcaica y no ajustarse a las normas del lenguaje literario: “... La traducción sinodal rusa de la Biblia... sin embargo, se completó recientemente, recién en 1875, pero reflejaba plenamente todas las características no de una creación querida, sino de un hijastro del departamento espiritual, y requiere una revisión urgente o, mejor aún, reemplazo completo... Su original no es consistente: ahora transmite el original hebreo, ahora el texto griego de la LXX, ahora el texto latino; en una palabra, en esta traducción se ha hecho todo lo posible para privarla de su integridad y homogeneidad. Es cierto que estas propiedades son invisibles para el lector piadoso medio. Mucho más significativo es su atraso literario. El lenguaje de esta traducción es pesado, obsoleto, artificialmente cercano al eslavo, rezagado con respecto al lenguaje literario general durante todo un siglo... este es un lenguaje completamente inaceptable en la literatura de la era anterior a Pushkin y, además, no está iluminado. ya sea por un vuelo de inspiración o por el arte del texto...”

No puedo estar de acuerdo con esta evaluación de la Traducción sinodal. Incluso hoy, cien años después de que Evseev hiciera su crítica, la traducción sinodal sigue siendo legible, accesible y fácil de entender. Además, ninguna de las traducciones rusas que aparecieron después de él la superó ni en precisión, ni en comprensibilidad, ni en belleza poética. Esta es mi opinión personal y alguien puede discutirla, pero considero necesario expresarla ante esta respetable audiencia.

Sin embargo, cabe señalar que Evseev, de hecho, propuso al Consejo de la Iglesia Panrusa un programa completo de trabajo sobre las Biblias eslavas y rusas. En muchos sentidos, fue precisamente para resolver cuestiones relacionadas con la traducción sinodal que el Concilio propuso la creación de un Concilio Bíblico bajo la Administración Suprema de la Iglesia. La consideración del informe sobre el establecimiento del Concilio Bíblico estaba prevista para la sesión de primavera del Concilio en 1919. Como saben, esta sesión no estaba destinada a reunirse y toda la gama de problemas relacionados con la mejora de la traducción sinodal quedaron sin resolver.

La tragedia que sobrevino a Rusia después de 1917 dejó de lado durante mucho tiempo muchas cuestiones discutidas en el Concilio, incluidas las relacionadas con la traducción de la Biblia. En una situación en la que la existencia misma del cristianismo en Rusia estaba amenazada, no había tiempo para mejorar las traducciones bíblicas existentes. Durante setenta años, la Biblia estuvo entre los libros prohibidos: no se publicó¹, no se reimprimió, no se vendió en librerías e incluso en las iglesias era casi imposible conseguirla. Privar a la gente del acceso al libro principal de la humanidad es sólo uno de los crímenes del régimen impío. Pero este crimen caracteriza claramente la esencia de la ideología que se propagó por la fuerza.

4. Hoy los tiempos han cambiado y la Biblia en la traducción sinodal se vende libremente, incluso en las librerías seculares. Los libros de las Sagradas Escrituras se distribuyen gratuitamente y tienen una demanda constante. Por ejemplo, hace dos años la Fundación Caritativa de San Gregorio el Teólogo, en colaboración con la Editorial del Patriarcado de Moscú, inició un programa para la distribución gratuita del libro "Nuevo Testamento y Salmos", con más de 750 mil ejemplares. fueron distribuidos. Además, la distribución fue selectiva: sólo recibieron el libro aquellos que realmente lo querían, y no los transeúntes al azar en la calle.

También han aparecido nuevas traducciones de libros individuales de la Biblia. Estas traducciones son de calidad muy diferente. Por ejemplo, a principios de la década de 1990 apareció una traducción de las cartas del apóstol Pablo, realizada por V.N. Kuznetsova. Daré sólo algunas citas: “¡Oh, deberías tenerme paciencia, incluso si soy un poco estúpido! Bueno, por favor tengan paciencia... Creo que no soy en modo alguno inferior a estos superapóstoles. Tal vez no sea un maestro en hablar, pero en cuanto a conocimientos, eso es otra cosa... Repito una vez más: ¡no me tomen por tonto! Y si aceptas, ¡déjame hacer el tonto un poco más y alardear un poco! Lo que diré ahora, por supuesto, no proviene del Señor. En esta jactancia hablaré como un necio... Que cualquiera pretenda algo; yo todavía hablo como un necio...” (2 Cor. 11:1-22). “¡Estoy completamente loco! ¡Me atrapaste! ¡Deberías alabarme! Que así sea, diréis, sí, no os fui carga, pero soy un embaucador y os puse las manos encima con astucia. ¿Quizás logré ganar dinero a través de uno de los que te envié? (2 Corintios 12:11–18). “Comida para el vientre y vientre para comida... ¿Y queréis convertir parte del cuerpo de Cristo en cuerpo de prostituta? ¡Dios no lo quiera!" (1 Corintios 6:13–16).

Como escribí en una reseña publicada en la Revista del Patriarcado de Moscú poco después de la publicación de esta obra blasfema (en otras palabras, me resulta difícil llamar a esto “traducción”), cuando te familiarizas con textos así, obtienes la sensación de que no estás leyendo las Sagradas Escrituras, sino que estás presente durante un altercado en la cocina apartamento comunal. La aparición de este sentimiento se ve facilitada por un peculiar conjunto de palabras (“tonto”, “jactancia”, “aventura”, “loco”, “alabanza”, “evasor”, “beneficio”, “barriga”, “prostituta”). y modismos (“no es una charla magistral”, “lo tomó en sus manos”, “de la peor manera posible”, “me derribaron”). El texto sagrado se reduce al nivel de la plaza, del mercado, de la cocina.

Por supuesto, tales traducciones sólo comprometen la causa de la traducción bíblica. Pero esto no significa que no se deba realizar ningún trabajo de traducción de las Sagradas Escrituras. Hoy, al celebrar el aniversario de la traducción sinodal, debemos pensar en cómo podemos ser dignos de nuestra gran tradición, que se remonta a los santos Cirilo y Metodio, quienes, a pesar de la “herejía trilingüe” y la persecución del clero latino, dieron el idioma eslavo. Biblia a los pueblos eslavos, así como a San Filaret y otros creadores de la traducción sinodal.

Es deber de la Iglesia cuidar constantemente que la Palabra de Dios sea clara y cercana a nuestros contemporáneos. Pero ¿en qué acciones específicas debería expresarse este cuidado? Necesitamos nueva traducción Sagrada Escritura, ¿o basta con editar el sinodal existente? ¿O tal vez no es necesario editarlo en absoluto?

Compartiré, nuevamente, mi opinión personal. Creo que hoy no deberíamos intentar una nueva traducción completa de la Biblia. Pero sería posible preparar una edición editada de la Traducción sinodal en la que se corregirían las inexactitudes más obvias (como la mención de Diopeto en el libro de los Hechos). Está claro que para preparar tal edición de la Traducción sinodal se necesita un grupo de especialistas competentes y altamente calificados en el campo de los estudios bíblicos. También es obvio que la nueva edición de la traducción debe recibir la aprobación de las autoridades de la iglesia.

La traducción sinodal no es una “vaca sagrada” que no se puede tocar. Las imprecisiones de esta traducción son obvias y bastante numerosas. Y además, la crítica textual del Nuevo Testamento se encuentra hoy en un nivel completamente diferente al de hace 140 años. Es imposible no tener en cuenta sus logros a la hora de trabajar en la traducción de las Sagradas Escrituras.

Espero que la celebración del 140 aniversario de la Traducción sinodal sea una ocasión para pensar en su mejora.

______
¹Con la excepción de las publicaciones pequeñas y de baja circulación del Patriarcado de Moscú, disponibles sólo para un círculo reducido de trabajadores de la iglesia. La primera publicación de este tipo apareció en 1956.

Publicación original: http://mospat.ru/ru/2016/10/04/news136578/

Durante mucho tiempo en el territorio de la antigua Unión Soviética sólo se utilizó una, la traducción sinodal de la Biblia. Esto se debió tanto a la política de ateísmo generalizado en el país como a la posición dominante de la Iglesia Ortodoxa, cuyo sínodo aprobó esta traducción. Como resultado de esta situación, se ha arraigado en la conciencia pública la idea de que la traducción sinodal es la Biblia real (prácticamente la original), y todas las demás traducciones son algo innovador y no digno de confianza.

¿Es tan? ¿Qué tan precisa es la Traducción sinodal de la Biblia? ¿Y por qué se necesitan traducciones diferentes?

Primeras traducciones

La historia antigua de las traducciones de la Biblia al ruso no es tan rica. El primero de ellos lo llevaron a cabo los hermanos Cirilo y Metodio, que vivieron en el siglo IX. Además, se hizo a partir de la Septuaginta griega. Esto significa que la traducción ya era doble: primero del hebreo al griego y luego del griego al antiguo eslavo eclesiástico.

En 1751, la emperatriz Isabel ordenó que se volviera a verificar esta traducción y, si fuera necesario, se corrigiera. Así surgió la edición de la Biblia llamada “isabelina”, que la Iglesia Ortodoxa todavía utiliza en sus servicios religiosos hasta el día de hoy.

Obras de Macario

En 1834, el archimandrita ortodoxo Macario comenzó a trabajar en la traducción de la Biblia, que duró diez años. Tradujo el texto directamente del idioma hebreo y ya en 1839 sometió parte de su trabajo al Sínodo para su consideración. Se negó categóricamente a publicarlo. ¿Cuál fue la razón? A los miembros del Sínodo no les gustó el hecho de que Archimandrita Macario decidiera utilizar el Nombre personal de Dios en el texto principal, donde aparece en el original. Según la tradición de la iglesia, en todas partes debería sustituirse por los títulos de Señor o Dios.

A pesar de una negativa tan categórica, Macario continuó su trabajo. Sin embargo, comenzaron a publicarlo sólo 30 años después. Y luego sólo por partes, a lo largo de siete años, en la revista “Orthodox Review”. La siguiente vez, esta traducción, extraída de los depósitos de la Biblioteca Nacional Rusa, no se publicó hasta 1996.

Trabajar en la traducción sinodal.

Por paradójico que parezca, la traducción de Macario, rechazada por el concilio sinodal, sirvió como ayuda indispensable en la preparación de una traducción actualizada, conocida hoy como la Traducción sinodal de la Biblia. Todos los intentos de preparar otras traducciones fueron reprimidos con toda severidad, y obras terminadas estaban sujetos a destrucción. Durante mucho tiempo hubo debates sobre si era necesario proporcionar al rebaño una traducción actualizada o dejar solo la versión en eslavo eclesiástico antiguo.

Finalmente, en 1858, se aprobó una decisión oficial de que la traducción sinodal sería útil para el rebaño, pero el texto del antiguo eslavo eclesiástico debería seguir utilizándose en los servicios. Esta situación continúa hasta el día de hoy. La Traducción sinodal completa de la Biblia no se publicó hasta 1876.

¿Por qué se necesitan nuevas traducciones?

Durante más de un siglo, la Traducción sinodal ha ayudado a personas sinceras a adquirir conocimiento sobre Dios. Entonces, ¿vale la pena cambiar algo? Todo depende de cómo veas la Biblia. El caso es que algunas personas lo perciben como una especie de amuleto mágico, creyendo que la sola presencia de este libro en casa debería producir algún tipo de efecto beneficioso. Y, por lo tanto, el tomo del abuelo con páginas amarillentas, cuyo texto está lleno de signos duros (ésta es una de las características más llamativas de la gramática eslava antigua), será, por supuesto, un verdadero tesoro.

Sin embargo, si una persona entiende que el verdadero valor no está en el material del que están hechas las páginas, sino en la información que contiene el texto, dará preferencia a una traducción clara y fácil de leer.

Cambios léxicos

Cualquier idioma cambia con el tiempo. La forma en que hablaban nuestros bisabuelos puede resultar incomprensible para la generación actual. Por tanto, es necesario actualizar la traducción de la Biblia. Aquí hay ejemplos de varios que están presentes en la traducción sinodal: dedo, dedo, bendito, marido, ramen, pakibytie. ¿Entiendes todas estas palabras? Y he aquí sus significados: polvo, dedo, feliz, hombre, hombros, recreación.

Biblia: traducción moderna

En los últimos años ha habido linea completa traducciones modernas. Entre ellos, los más famosos son los siguientes:

  • 1968 - traducción del obispo Cassian (Nuevo Testamento).
  • 1998 - traducción restauradora de “The Living Stream” (Nuevo Testamento).
  • 1999 - “Traducción moderna” (Biblia completa).
  • 2007 - “Sagrada Escritura. Traducción del Nuevo Mundo (Biblia completa).
  • 2011 - “La Biblia. Traducción rusa moderna" (Biblia completa).

La nueva traducción de la Biblia le permite centrarse en el significado de lo que está escrito y no leerlo en un texto incomprensible, como en hechizos antiguos. Sin embargo, aquí también hay una trampa para los traductores, porque el deseo de transmitir el significado de lo que se dice en un lenguaje comprensible puede llevar a interpretaciones e interpretaciones personales. Y esto es inaceptable.

No sea descuidado al elegir qué traducción de la Biblia utilizar para su lectura personal. Después de todo, la Palabra de Dios afirma que él nos habla desde las páginas de este libro. ¡Que sus palabras suenen sin distorsión!

En 2016, las iglesias cristianas en Rusia celebran dos fechas históricas– 140 años desde la publicación de la Biblia en ruso y 200 años desde el inicio de la traducción del Nuevo Testamento al ruso. Estos eventos influyeron en la educación bíblica de los pueblos de Rusia, el surgimiento de un movimiento evangélico distintivo y también tuvieron una poderosa influencia en las bellas artes, la literatura, la música y la arquitectura. El 16 de abril se celebró en la iglesia moscovita del MSC ECB en Tsaritsyno un seminario histórico sobre el tema: “140° aniversario de la traducción sinodal de la Biblia (1876 - 2016)”. Al seminario asistieron invitados de Estonia, Bielorrusia, Ucrania y ciudades de Rusia Central. Los participantes del seminario recibieron cuadernos de trabajo (“Manual”), que exponen las principales tesis del seminario. El líder del seminario es A.V. (Bratsk, ministro de la Asociación Siberiana del MSC BCE) presentó durante 7 horas material histórico y teológico sobre el tema:

  • la historia del surgimiento del NUEVO TESTAMENTO;
  • historia de la Biblia eslava (863, Biblia de Cirilo y Metodio);
  • la historia de la creación de la Traducción sinodal de la Biblia (1876);
  • distorsión de la Palabra de Dios por las traducciones modernas.
El seminario estuvo marcado por el análisis profundo de documentos primarios y numerosas fuentes sobre la cuestión de la traducción de los textos de las Sagradas Escrituras al griego, eslavo y ruso. Esta es la fascinante historia de cómo Dios escribió con precisión Su Palabra, la entregó a la Iglesia y luego aseguró su preservación durante los siguientes 20 siglos hasta nuestros días. “La Palabra del Señor permanece para siempre” (1 Pedro 1:25) Una parte importante del seminario estuvo dedicada a la apologética: defender la autoridad de la Biblia sinodal. Satanás llegó al Jardín del Edén con una teología distorsionada: “¿Ha hablado Dios verdaderamente?” La batalla del Anticristo contra la Palabra de Dios continúa en el siglo XXI. Desde 1993, el Vaticano y la Sociedad Bíblica Unida han financiado la publicación de traducciones corruptas de la Palabra de Dios llamadas Nuevo Testamento de las Sociedades Bíblicas Unidas y Nuevo Testamento de Nestlé-Åland, que son producto de Iglesia Católica, cambiar las doctrinas fundamentales de la Biblia. A partir del texto de Nestlé-Åland, estudiantes de universidades de todo el mundo estudian la interpretación de las Sagradas Escrituras y se realizan traducciones a partir de ellas. idiomas extranjeros y adverbios. El objetivo de los editores de traducciones modernas es socavar la confianza en la autoridad de las Escrituras, privar a la Palabra de Dios de espíritu y vida, quitarle a la Iglesia el arma de doble filo. Las traducciones modernas preparan astuta y silenciosamente al cristianismo para una “iglesia ecuménica” mundial para crear una religión única del Anticristo. Lo que el papado no pudo lograr con la ayuda de los verdugos de la Inquisición, decidió hacerlo con la ayuda de los teólogos. La batalla contra la Palabra de Dios es mundial. La tarea estratégica de la Iglesia en condiciones de libertad es “mantener intacta la palabra”. Al concluir el seminario, el ministro dio la orientación espiritual adecuada: “No debemos observar en silencio cómo se desmoronan los cimientos, sino advertir a los hermanos y hermanas sobre el peligro de la erosión gradual de la autoridad de la Palabra de Dios y resistir la penetración de traducciones modernas distorsionadas a la iglesia. Debemos resistir conscientemente la introducción de Biblias modernas con textos ecuménicamente distorsionados y utilizar en el culto la Biblia sinodal, que fue traducida sin distorsiones y ha resistido la prueba del tiempo. Debemos mantener una actitud sana hacia la Escritura como autoridad única y suficiente para la fe y la vida. “Cuidado, no sea que os dejéis llevar por el engaño de hombres inicuos y os desviéis de vuestra propia declaración” (2 Pedro 3:17, al utilizar diferentes traducciones al ruso, la última palabra sobre cuestiones doctrinales debe estar en la traducción sinodal de la Biblia). Biblia." El 17 de abril tuvo lugar un servicio solemne sobre el tema "Tu palabra es verdad", que finalizó con el informe de A. Nekrasov "Tras las huellas del apóstol Pablo", una historia con diapositivas sobre lugares bíblicos de la Turquía y Grecia modernas. .

Suplemento de la edición rusa.

PRIMEROS PASOS PARA LA PUBLICACIÓN DE LA BIBLIA EN EL SUDOESTE DE RUSIA

1. Francisco Skaryna

El mayor movimiento religioso, que se extendió por casi todos los pueblos de Europa occidental en el siglo XVI y fue conocido en la historia mundial con el nombre de Reforma, despertó a la adormecida Iglesia de la pesadilla de las tradiciones humanas. La niebla de mil años se ha disipado y la Biblia ha vuelto a ocupar el lugar que le corresponde.

Cuando en Occidente Lutero, Calvino y otros abrieron el acceso público a la fuente de agua viva, en el suroeste de Rusia había un hombre avanzado con una educación en Europa occidental que estaba ansioso por dar a sus compatriotas la Biblia en el lenguaje de la vida cotidiana, accesible. a todos. Era el doctor, nacido en Polochka. Francisco Skaryna. Emprendió una serie de publicaciones de libros bíblicos bajo el título: "Eat Russka" y los publicó primero en Praga en 1517-1519, y luego en Vilna en 1525. Las publicaciones de Francis Skaryna indican que "dispuso" toda la Biblia. , pero sólo se conocen 22 libros del Antiguo Testamento, impresos por él en ediciones separadas. El texto de Skaryna difiere poco del texto de la antigua Biblia eslava eclesiástica. Francis Skaryna tradujo los libros que no estaban en la antigua Biblia eslava eclesiástica de la Biblia checa, publicada en 1506. La influencia de este último también se nota en otros libros de los que existía un original en antiguo eslavo. El trabajo de Skaryna no fue popular.

2. Evangelio de Peresopnytsia

En 1556-1561. Los Cuatro Evangelios fueron escritos por el escriba Mikhail, hijo del arcipreste Sanotsky, traducidos en nombre de la princesa Golshanskaya del “búlgaro”, es decir, Antiguo eslavo eclesiástico al sur de Rusia. Mikhail, que trabajó bajo la dirección de Gregorio, Archimandrita de Peresopnytsia, es, aparentemente, el propio traductor de este llamado "Evangelio de Peresopnytsia", que fue encontrado por el Prof. Bodyansky y está almacenado en la biblioteca del Seminario Teológico de Poltava. En el texto se nota la influencia de la Biblia checa.

3. Evangelio de Tyapin

Alrededor de 1580, el Evangelio, que se distinguía por un idioma bielorruso bastante puro, se imprimió en la imprenta nómada de Vasily Tyapinsky, mientras que el Evangelio de Peresopnytsia se escribió en un idioma similar al idioma ucraniano actual. Se desconoce el lugar donde se imprimió el Evangelio de Tyapin.

4. El evangelio de enseñanza

En 1568 se publicó en Zabludov (provincia de Grad.) “La enseñanza del evangelio”. La iniciativa de este trabajo pertenece al hetman lituano Grigory Aleksandrovich Khodkevich.

5. Traducción de autor desconocido

Zachary Kopyutensky (fallecido en 1627) cita en sus “LolynoZsts” extractos de alguna traducción desconocida de la Biblia y de algún evangelio.

Todas las traducciones enumeradas del suroeste de Rusia difieren entre sí en el idioma y en los originales. Sin embargo, en la mayoría de los casos los traductores se adhirieron a la traducción del antiguo eslavo eclesiástico.

PRIMEROS PASOS EN MOSCÚ Rus'

1. Traducción prepetrina

En la Rusia moscovita, los primeros intentos de traducir la Biblia al ruso vivo no aparecieron antes de la segunda mitad del siglo XVII. Antes de esto, se ocupaban principalmente únicamente de la reproducción de listas, la corrección y la adición al texto generalmente aceptado del antiguo eslavo eclesiástico.

En 1680, el famoso escritor Simón de Polotsk publicó en Moscú el “Salterio en rima”. Tres años más tarde, el traductor de la orden de la embajada, Abraham Firsov, tradujo el Salterio a la lengua vernácula. Esta traducción, sin embargo, provocó una gran controversia y fue prohibida por el patriarca Joaquín.

2. La traducción de Pedro

Pedro el Grande comprendió plenamente la importancia y la necesidad de traducir la Biblia. El caso fue confiado al pastor alemán Ernest Gluck, que vivió entre 1673 y 1703. en Marienburg (parte oriental de Livonia). Hay información de que el pastor Gluck estudió los idiomas letón y ruso y emprendió de forma independiente la traducción de la Biblia rusa, que, según algunas fuentes, ya se completó en 1698, pero durante el asedio y captura de Marienburg en 1703, esto La traducción se perdió y el pastor Gluck fue enviado a Moscú, donde se le ordenó retomar la traducción del Nuevo Testamento, lo cual hizo. En 1705 murió el pastor Gluck y su traducción desapareció.

HISTORIA DE LA SOCIEDAD BÍBLICA RUSA

1. Información sobre las obras de la Sociedad Bíblica

La terrible experiencia de las guerras napoleónicas dio lugar a un importante movimiento religioso en Alemania y Suiza en el primer cuarto del siglo XIX. Se extendió a Rusia, pero pronto desapareció allí. El emperador Alejandro 1, mientras estaba en Alemania, entabló relaciones amistosas con los mejores representantes del verdadero cristianismo de su tiempo. Una de ellas fue, sin duda, digna de mayor atención en nuestro tiempo: la creyente baronesa de Livonia von Krüdener (m. 1824). Viajó durante muchos años por toda Europa Occidental, difundiendo la Palabra de Dios con la mayor dedicación entre todas las clases de la población. Alejandro 1 asistía con frecuencia a sus maravillosos discursos bíblicos y experimentó un profundo cambio en su vida espiritual. El misticismo del emperador afectó profundamente a algunos de sus colaboradores más cercanos, a quienes, sin duda, pertenecía el príncipe Alejandro Nikolaevich Golitsyn (1773-1844). Rusia debe a la fuerte iniciativa de estos tres representantes de la más alta sociedad rusa la creación de la “Sociedad Bíblica Rusa” y la traducción pública del Nuevo Testamento al ruso.

Ya en 1810, la Sociedad Bíblica Británica comenzó a enviar sus agentes a Estonia y Finlandia. La primera sucursal de la Sociedad se abrió en Abo (Finlandia). El pastor Paterson, que llegó como agente de la Sociedad Británica a San Petersburgo, fue recibido con simpatía en los círculos de la corte. Y el 6 de diciembre de 1812, el emperador Alejandro 1 firmó el proyecto presentado por el príncipe Golitsyn para el establecimiento de una Sociedad Bíblica en San Petersburgo que, siguiendo el ejemplo de los británicos, debía imprimir Biblias "sin notas ni explicaciones". " El 11 de enero de 1813 tuvo lugar la gran inauguración de la Sociedad en el palacio del Príncipe Golitsyn. El comité de la Sociedad incluía pastores protestantes, un metropolitano católico romano y representantes del más alto clero. Iglesia Ortodoxa. El príncipe Golitsyn fue elegido presidente de la Sociedad. La sociedad se propuso el objetivo de imprimir y distribuir la Palabra de Dios principalmente en eslavo y luego en otros idiomas del Imperio ruso. Además, decidieron vender Biblias a precio reducido para los “pobres afortunados”. Finalmente se decidió imprimir Biblias para los paganos y mahometanos que vivían en Rusia. El pastor Paterson contribuyó con £500 donadas por la Sociedad Bíblica Británica a Rusia. El propio emperador se convirtió en miembro de la recién inaugurada Sociedad y donó 25.000 rublos. y se le asignó una subvención anual de 10.000 rublos. En el primer año de su existencia (1813), la Sociedad ya podía abrir seis sucursales en diferentes ciudades de Rusia. Ese mismo año se imprimió la Biblia en finlandés y alemán, y el Nuevo Testamento en armenio y kalmyk. Para este último fue necesario preparar una fuente, ya que hasta ese momento no se había impreso nada en ella. Pronto comenzaron a imprimirse Biblias en polaco y francés.

Durante un año de su existencia, la Sociedad imprimió 22.500 ejemplares de la Biblia completa y 37.700 ejemplares. Nuevo Testamento. Al final del segundo año de informe, la Compañía ya contaba con 18 vicepresidentes y 12 directores. Comenzaron a imprimir Biblias en persa, georgiano y lituano. El 4 de septiembre de 1814, la Sociedad comenzó a llamarse: “Sociedad Bíblica Rusa”. En 1816 se publicó la Biblia antigua en eslavo eclesiástico completa. En el transcurso de siete años, se publicaron 15 ediciones de esta Biblia. El emperador Alejandro I donó a la Sociedad casas en San Petersburgo y Moscú y varios talleres de imprenta. Los metropolitanos de la Iglesia Ortodoxa recogieron donaciones en beneficio de la Sociedad. Los generales rusos se unieron al comité y comenzaron a suministrar Biblias a sus soldados. El obispo católico de Lituania ordenó la traducción de la Biblia al dialecto de su diócesis y donó 5.000 ejemplares a la Sociedad. Biblia. El 1 de enero de 1823, la Biblia ya se había impreso en 41 idiomas por la cantidad de 184.851 ejemplares. Biblia completa y 315.928 ejemplares. Nuevo Testamento. La sociedad envió Biblias para armenios y griegos a Venecia, Constantinopla, Asia Menor y las islas del archipiélago. El 1 de enero de 1824 comenzó a publicarse mensualmente “Noticias sobre las acciones y éxitos de la Sociedad Bíblica en Rusia y otros países”. Ese mismo año, la sociedad contrató a un enérgico empleado: Prince Liven. La Biblia se publicó en los idiomas búlgaro, serbio, zirio, votyak, permyak, osetio y kirguís. Incluso se emprendió una traducción del Nuevo Testamento al hebreo. Finalmente se imprimieron partes de la Biblia para ciegos con tipos elevados.

2. Cierre de la Sociedad

En 1824, el príncipe Alexander Nikolaevich Golitsyn, un patrocinador activo de la Sociedad, fue obligado a dimitir por un partido judicial reaccionario fuerte y hostil. El nuevo presidente informó al emperador Alejandro 1 sobre los peligros de las sociedades bíblicas y la necesidad de cerrar la Sociedad Bíblica Rusa. En octubre de 1824 cesó la "Izvestia de la Sociedad" y el 7 de enero de 1825 se ordenó "retrasar hasta la autorización" la impresión del primer volumen de la Biblia en ruso. Por decreto del 12 de abril de 1826, el emperador Nicolás 1 ordenó al metropolitano Serafín suspender las actividades de la Sociedad, así como las actividades de todos los comités, departamentos y asociaciones bíblicas (hasta 289), hasta su resolución. Por decreto del 15 de julio de 1826, todos los bienes de la Sociedad, valorados en 2.000.000 de rublos, fueron transferidos a la jurisdicción del Sínodo.

HISTORIA DE LA BIBLIA RUSA EN LA ERA DEL EMPERADOR ALEJANDRO I

1. Nuevo Testamento ruso de 1822

Pasaron más de cien años después de la muerte de Gluck antes de que volviera a plantearse la cuestión de la traducción de la Biblia al ruso literario. Y esta vez la iniciativa principal perteneció a la dama coronada. Al final de las guerras victoriosas contra Napoleón, Alejandro 1 regresó a Rusia y sugirió que el príncipe Golitsyn, presidente de la Sociedad Bíblica, tomara todas las medidas para traducir la Biblia al ruso. El 28 de febrero de 1816, el príncipe Golitsyn transmitió al Sínodo los deseos del emperador en una forma coherente con sus palabras. El Sínodo aceptó la propuesta del presidente y encargó a la comisión de escuelas teológicas que seleccionara de la Academia Teológica de San Petersburgo a personas capaces de realizar este importante trabajo. Los textos traducidos terminados debían enviarse a la Sociedad Bíblica para que los miembros del clero los verificaran. Después de su aprobación, la traducción se publicaría paralelamente al texto eslavo. Sin embargo, el 16 de marzo, la comisión confió la traducción al rector de la Academia Teológica de San Petersburgo, Archimandrita Filaret, y a otros miembros de la Academia, y desarrolló instrucciones especiales para los traductores. El Evangelio de Mateo fue traducido por el profesor Gerasim Petrovich Pavsky (1787-1863), un destacado estudioso de su época; El Evangelio de Marcos del rector del Seminario Teológico Archimandrita Policarpo (m. 1837), el Evangelio de Lucas del Licenciado de la Academia Archimandrita Moiseev y el Evangelio de Juan de Archimandrita Filaret. En 1818, los Cuatro Evangelios ya se habían impreso en 10.000 ejemplares. (precio 5 rublos en billetes). Poco después comenzaron a traducir los otros libros del Nuevo Testamento. La aparición de la primera traducción al ruso fue recibida con gran entusiasmo por los laicos y el clero. El 3 de julio de 1819, el soberano autorizó la publicación estereotipada de los Cuatro Evangelios en formato pequeño y sin texto eslavo. Esta edición debía incluir los Hechos de los Apóstoles. Finalmente, en 1822, se publicó todo el Nuevo Testamento, traducido al gran idioma ruso vivo. Exactamente 300 años antes, los alemanes recibieron el Nuevo Testamento en la traducción del Dr. Martín Lutero. En 1824 se imprimió por primera vez el Nuevo Testamento sin el texto paralelo eslavo. El editor responsable de toda la traducción fue el Prof. Pavski

2. Inicio de la traducción del Antiguo Testamento

En 1820 se inició la traducción del Antiguo Testamento al ruso. El Libro del Génesis fue traducido en San Petersburgo, el libro del Éxodo en Moscú y el libro de Lovit en la Academia Teológica de Kiev. Al mismo tiempo, una traducción del Salterio realizada por el Prof. Pavski. En enero de 1822 salió a la venta una traducción del Salterio. En un año y medio se imprimieron 10.000 ejemplares. Archimandrita Filaret también participó en la traducción del Antiguo Testamento. Los traductores se guiaron principalmente por el texto hebreo, pero también utilizaron otras traducciones. Hasta 1825, hasta el libro de Rut inclusive, todo estaba impreso, cuando de repente, con el cierre de la Sociedad Bíblica, todo el negocio quedó suspendido y sólo 30 años después se reanudó.

TREINTA AÑOS DIFÍCILES

1. El triunfo de la reacción

Con el cierre de la Sociedad Bíblica, también se suspendió la traducción del Antiguo Testamento al ruso. Siguió un oscuro período de reacción que duró treinta años. La hostilidad contra todo lo relacionado con la Biblia se extendió mucho más allá de los límites de la prudencia y llegó a los extremos. Comenzaron a restringir la distribución de la Biblia entre la gente. Los ocho libros del Antiguo Testamento ya traducidos e impresos no se pusieron a la venta y se quemaron ediciones individuales del Pentateuco de Moisés. Incluso se detuvo la venta del Nuevo Testamento sin el texto paralelo eslavo. El Nuevo Testamento eslavo-ruso siguió en circulación, pero no se publicó ninguna nueva edición y el libro poco a poco se volvió raro. Comenzaron a considerar peligroso permitir que todos leyeran las Sagradas Escrituras sin distinción. Se intentó prohibir que la gente leyera la Biblia en casa, considerando que era suficiente escuchar el Evangelio en las iglesias. Se distinguieron especialmente en esta dirección el fiscal jefe del Sínodo, el conde Protasov y Arakcheev.

2. Actividades de traducción del prof. Pavski.

Sin embargo, la idea de traducir la Biblia convenció a sus defensores, en la persona del metropolitano. Filareta, prof. Pavsky y Archimandrita. Macaria. Soportando hostilidad y todo tipo de opresión, trabajaron con asombrosa energía para lograr su objetivo. buen gol. A estos tres, el pueblo ruso les debe en gran medida la Biblia que utilizan hasta el día de hoy. Particularmente destacable es el trabajo de traducción del Prof. Gerasim Petrovich Pavsky. A pesar de toda la gravedad de la reacción, la obra de traducción de la Biblia no se detuvo, sino que continuó. Profe. A lo largo de 20 años, Pavsky tradujo gradualmente todos los libros del Antiguo Testamento durante sus conferencias en la Academia Teológica. De 1839 a 1841 estas traducciones, sin el conocimiento del prof. Pavsky, fueron litografiados por estudiantes para su propio uso en cantidades de hasta 500 copias. y se extendió mucho más allá de la Academia, especialmente entre el clero. Esto provocó que el Prof. Pavsky estaba en un gran problema y las copias litografiadas fueron seleccionadas y destruidas. Traducción del Prof. Pavsky presenta la primera experiencia de traducción de los libros del Antiguo Testamento del hebreo al ruso moderno.

3. Actividades de traducción del Archimandrita Macario.

En los años 30 del siglo XIX, en las lejanas montañas de Altai vivía un notable misionero ortodoxo, el Archimandrita. Macario (en el mundo Mikhail Yakovlevich Glukharev, n. 1792, m. 1847), quien trabajó con un espíritu verdaderamente evangélico entre los salvajes y bautizó a 675 almas. Tradujo todo el Antiguo Testamento del original hebreo al ruso para darle a su rebaño recién convertido la oportunidad de leer la Palabra de Dios en un idioma más comprensible para ellos. Al mismo tiempo, por supuesto, también tenía en mente las necesidades de todo el pueblo ruso. Actividades de Archimandrita Macaria provocó acoso por parte de autoridades superiores. Cuando empezó a preocuparse por imprimir la traducción, el metropolitano Seraphim sugirió enviarlo a prisión. En 1834, Archimandrita. Macario envió una carta al metropolitano de Moscú Filaret "Sobre la necesidad de la Iglesia rusa de transponer toda la Biblia a partir de los textos originales al ruso moderno". Filaret, sin embargo, no dio más avances a este asunto porque toda la administración espiritual de esa época era extremadamente hostil hacia este asunto. Esto no detuvo al archimandrita. Macaria. En 1837 envió el comienzo de su obra, una traducción del libro de Job, a la comisión de Escuelas Teológicas con una carta dirigida al Soberano, pidiendo al Alto Mando que examinara la traducción y la publicara a expensas del comisión. Después de 2 años, envió a la misma comisión una traducción del libro del profeta Juan con una nueva carta dirigida al Soberano. En 1840 adquirió la traducción del Prof. Pavsky y, después de corregir su propia traducción del libro de Job e Isani, presentó su trabajo al Sínodo. Los persistentes esfuerzos de Archimandrita. Al final, Macario sólo llegó al hecho de que se le impuso una epitemia. Pero Macario no se desanimó, porque este trabajo se convirtió en una necesidad para su alma y la principal tarea de su vida. Poco a poco tradujo todos los libros del Antiguo Testamento, en parte en Altai y en parte en el monasterio de Bolkhov Optina (provincia de Orlov), donde murió en 1847. Traducción de los libros de la Sagrada Escritura por Archimandrita. Makariy se distingue por la fuerza y ​​expresividad de su lenguaje y la vitalidad en sus giros del habla. Pero la justicia requiere que tengamos en cuenta que corrigió más la traducción del Prof. Pavsky que lo tradujo de forma independiente. Sin embargo, su trabajo sirvió como herramienta más importante para la posterior traducción de la Biblia al ruso.

LA ACTIVIDAD DE TRADUCCIÓN EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX

1. Mediación por parte de Metropolitan. filareta

Uno de los defensores más entusiastas de la idea de traducir la Biblia al ruso fue el metropolitano de Moscú Filaret (en el mundo Vasily Mikhailovich Drozdov, nacido en 1783, murió en 1867). Fue una de las figuras espirituales más influyentes del siglo XIX. Consciente de la importancia de este asunto, se esforzó con rara energía por realizar su preciado pensamiento, sabiendo esperar pacientemente el momento favorable. Esta vez llegó con la ascensión del emperador Alejandro II durante la coronación del nuevo emperador, el metropolitano. Filaret logró ganarse a los más altos representantes de la Iglesia Ortodoxa a favor de su gran empresa: traducir la Biblia al ruso.

2. Manifiesto del emperador Alejandro II

El 20 de marzo de 1858 tuvo lugar la siguiente determinación del Santo Sínodo, aprobada supremamente el 5 de mayo del mismo año: “Es necesario traducir al ruso primero los libros del Nuevo Testamento, y luego gradualmente otras partes de las Sagradas Escrituras. y útil, pero no para uso en iglesias para las cuales el texto eslavo debe permanecer inviolable, sino sólo como ayuda para la comprensión de las Sagradas Escrituras. Esta traducción debe iniciarse con toda la cautela posible a través de personas experimentadas en el conocimiento de las lenguas hebrea y griega, según elección y aprobación del Santo Sínodo”.

3. Método de trabajo

Poco después de esto, el trabajo mismo de traducción (primero del Nuevo Testamento) fue distribuido entre nuestras cuatro Academias Teológicas, a las que se les dieron instrucciones especiales para asegurar la exactitud e inteligibilidad general de la traducción y la literacidad de su presentación. Uno de los tres días de presencia en el Sínodo fue designado exclusivamente para la consideración de la traducción de la Biblia presentada gradualmente, previamente examinada por cada uno de los miembros del Sínodo en casa. Finalmente, la traducción fue enviada a Moscú al Metropolitano. Filaret mientras estaba vivo.

4. Nuevo Testamento 1862

En 1860 se publicó una traducción rusa de los Cuatro Evangelios y, en 1862, una traducción de todas las demás partes del Nuevo Testamento. Han pasado exactamente 40 años desde la publicación de la traducción anterior del Nuevo Testamento. Durante 35 años, el Nuevo Testamento ruso se publicó únicamente en el extranjero (en Londres y Leipzig). Comparando ambas traducciones, encontraremos que la diferencia entre ellas no es muy grande. El texto del Nuevo Testamento de 1862 se imprime con cambios menores hasta el día de hoy.

5. Comité de Traducción del Antiguo Testamento

Para traducir el Antiguo Testamento en 1860 se eligió en la Academia Teológica de San Petersburgo un comité especial formado por tres personas. La traducción de algunos libros históricos y educativos fue confiada al prof. Sagrada Escritura, Moisés Alexandrovich Golubev (1824-1869); después de la muerte del prof. Golubev fue reemplazado por el Prof. Pavel Ivanovich Savvaitov (1815-1895), famoso arqueólogo e historiador. El traductor más destacado fue el Prof. Daniil Avraamovich Khvolson (1819-1911), judío bautizado y científico de primer nivel con una brillante educación en Europa occidental (Dr. Phil. Universidad de Leipzig). Aproximadamente 2/3 de todos los libros del Antiguo Testamento fueron traducidos por el Prof. Jvolson. Para la Sociedad Bíblica Británica, Khvolson, junto con Savvaitov, tradujeron 3/4 de todos los libros del Antiguo Testamento al ruso. El tercer miembro del comité de traducción fue el prof. Evgraf Ivanovich Lovyagin. El anciano metropolitano Gregorio de San Petersburgo, uno de los líderes de la "Sociedad Bíblica Rusa", participó activamente en este asunto y entregó a la dirección de la Academia una copia de la traducción de ocho libros de la Biblia realizada por el prof. . Pavsky y publicado en 1825.

6. Biblia sinodal rusa de 1876

En el comité de San Petersburgo se tradujo la Biblia del texto hebreo. Los traductores, sin embargo, se guiaron constantemente por la traducción griega antigua de 70 comentaristas (Septuaginta), textos siríacos, árabes y caldeos, así como por la traducción de la Iglesia Católica Romana (Vulgata). La figura principal en la traducción fue el prof. Jvolson. A partir de 1861 se empezó a publicar una nueva traducción de la Biblia en la revista académica Christian Reading, donde se daban notas filológicas. Publicado en la revista “Orthodox Review” en 1860-1867. traducción de archim. Makaria (Glukhareva). En 1867, el Sínodo comenzó a publicar la Biblia completa y adoptó como base para los libros del Antiguo Testamento la traducción publicada en la revista Christian Reading. Se ordenó a la Conferencia de las Academias Teológicas restantes que comenzara a revisar esta traducción y presentara sus comentarios sobre este tema para su consideración por el Sínodo. La continuación de la traducción fue confiada al antiguo comité de San Petersburgo. El sucesor del Metropolitano tomó la mayor parte en estos trabajos preparatorios del Sínodo. Gregorio el Metropolitano Isidoro y miembro del Sínodo, protopresbítero Vasily Borisovich Bazhanov (1800-1883). Bazhanov en 1835 ocupó la cátedra del prof. Pavsky y fue el maestro y educador de Alejandro II el Libertador. Bajo la supervisión de Bazhanov, la impresión propiamente dicha de la Biblia se llevó a cabo en la imprenta sinodal. La primera parte de la Biblia rusa: “El Pentateuco de Moisés” se publicó en 1868. Luego la impresión de la Biblia en partes continuó continuamente y la publicación completa se completó en el verano de 1875. En 1876, la Biblia rusa completa apareció por primera vez en un solo volumen, publicado “con la bendición del Sínodo”. Entonces, medio siglo después del cierre de la Sociedad Bíblica Rusa, el pueblo ruso recibió la Biblia completa en una traducción precisa y completa al idioma ruso vivo. En esta circunstancia, no es difícil marcar el dedo de Dios. Príncipe Golitsyn, prof. Pavsky, metropolitano Filaret, Archimandrita. Macario y otros ya no estaban destinados a ver el cumplimiento de sus ardientes aspiraciones. Se fueron a la tumba antes de que se hicieran realidad sus preciadas ideas, que habían acariciado durante décadas durante los difíciles tiempos de la reacción. El año 1876 es un año brillante en la historia de la cultura rusa y de la Iglesia rusa. Esta traducción de la Biblia al ruso es propiedad de todo el pueblo ruso hasta el día de hoy. Millones de rusos encontraron en él consuelo para el alma y el camino hacia la vida eterna. El lenguaje de la Biblia sinodal rusa se ha convertido en algo familiar para todos los creyentes rusos. En cuanto a la precisión de la transmisión del original sagrado, la traducción sinodal rusa de la Biblia puede compararse fácilmente con las mejores traducciones más recientes de Europa occidental. La Biblia sinodal rusa se publicó en el orden y correlación de la antigua Biblia griega (Septuaginta) y la Biblia eslava eclesiástica. Los libros canónicos del Antiguo Testamento fueron traducidos del hebreo y los libros no canónicos fueron traducidos de los originales griegos y latinos en los que se conservaron. Los libros más recientes se colocan en los mismos lugares que ocupan en las Biblias griega y eslava eclesiástica. La pronunciación de los nombres bíblicos es griega, no hebrea, ya que están acostumbrados desde hace mucho tiempo a la primera.

7. Nuevas traducciones de la Biblia rusa.

En 1951-1965 En París, por iniciativa de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera, se emprendió una nueva traducción del Nuevo Testamento al ruso moderno. La comisión estuvo encabezada por el obispo Cassian (Bezobrazov), rector de la Academia Teológica Rusa Ortodoxa de París; La Comisión estuvo integrada por: prof. AV. Kartashev, el escritor B.K. Zaitsev, prof. SOBRE EL. Kulomzin, prof. V.V. Veidle, bonito. I. Meliá, prof. Pastor A.P. Vasiliev, prof. V.N. Lossky, especialista bizantino prof. V.N. Raevsky, representantes de YMCA-Press (EE.UU.) y otros. La Comisión basó su trabajo en los siguientes principios rectores: 1. Fidelidad al original griego, según sus manuscritos más antiguos, en las mejores publicaciones científicas de la segunda mitad del siglo XX. 2. Lenguaje literario moderno. 3. Preservación, dentro de estos límites, del lenguaje y estilo de las traducciones sinodales anteriores de 1819 y 1862. Esta publicación fue publicada en 1970 en Londres. Actualmente (1976), la Unión Mundial de Sociedades Bíblicas está llevando a cabo una revisión y nueva traducción del Antiguo y Nuevo Testamento (en la URSS y en el extranjero).

Biblia isabelina (1751)

Biblia de Ostrog (1582).

En el siglo XVI, la joven Rusia moscovita era un estado débil, mientras que Lituania era un estado muy fuerte. Ésta no es la Lituania que conocemos hoy. Es un Estado ruso de orientación occidental con una fe católica dominante, donde los ortodoxos fueron constantemente oprimidos. A finales del siglo XVI, los cristianos ortodoxos vivían en relativa libertad gracias al influyente príncipe Konstantin Ostrozhsky. Él, al ver la desastrosa situación de las Sagradas Escrituras en Rusia, reunió en Ostrog un círculo de eruditos eslavos y griegos. Corregieron la Biblia gennadiana según la Septuaginta. El príncipe Constantino lo publicó en 1582. Esta es la primera Biblia impresa en ruso.

La Biblia isabelina se remonta a la época de Pedro I. Se trata de un hombre que, mientras gobernaba la Rusia ortodoxa, se vio obligado en algunos casos a ponerse la máscara de un soberano ortodoxo y realizar algunos actos en esta dirección. Se trata de la construcción de la Catedral de Kazán en San Petersburgo, el traslado de las reliquias del beato príncipe Alejandro Nevsky a San Petersburgo y, en particular, el cuidado de la Biblia, las Sagradas Escrituras.

El 14 de febrero de 1712, Pedro I emite un decreto sobre la corrección de la Biblia de Ostrog según la Septuaginta. Se nombró a los mejores lingüistas de su tiempo, entre ellos Sofronio Likhud, el fundador de nuestra Academia Eslava-Griega-Latina. En 1724 se completó la obra. Las letras (fuente) ya habían sido mecanografiadas y todo estaba listo para publicar la Biblia. Lo que faltaba era una orden directa del emperador. Pero en enero de 1725, el emperador se resfrió durante otra inundación en San Petersburgo y murió.

En términos de gobierno, después de Pedro I sigue toda una cadena de golpes palaciegos. En cuanto a la Biblia, se crearon cada vez más comisiones nuevas. En ocasiones, a estas comisiones se les encomendaban tareas completamente opuestas. Como resultado, el asunto de la publicación de la Biblia quedó paralizado. Esto continuó hasta 1743, hasta que Isabel Petrovna, la hija de Pedro I, ascendió al trono basándose en las ediciones que se habían hecho antes que ella, se hizo una revisión apresurada del texto y en 1751 se publicó la Biblia corregida.

La idea de una traducción rusa de la Biblia ha estado madurando entre la gente desde hace mucho tiempo. Por ejemplo, San Alejo tradujo el Nuevo Testamento al idioma hablado de su época. En el siglo XVI, en lo que hoy es Bielorrusia, Francis Skorina tradujo la Biblia; en el siglo XVIII, el arzobispo de San Petersburgo Ambrose (Zertis-Kamensky) tradujo libros individuales del texto hebreo. Pero estos fueron intentos privados que no fueron ampliamente utilizados. En 1812, se fundó en Rusia una Sociedad Bíblica, siguiendo el modelo de la británica, con el objetivo de traducir la Biblia a los idiomas de los extranjeros que vivían en el territorio del Imperio Ruso. Pronto el propio emperador Alejandro I propuso traducir la Biblia al ruso. En 1818 se publicaron los Cuatro Evangelios. En 1819 se publicó el libro de los Hechos de los Apóstoles, en 1822 se publicó el Nuevo Testamento. Se inició el trabajo de traducción del Antiguo Testamento. Se distribuyeron traducciones de libros entre las Academias, luego se intercambiaron traducciones y la otra Academia introdujo sus propias correcciones, enmiendas, comentarios y deseos. Se inició el trabajo de traducción del Antiguo Testamento. Aquí surgió la pregunta sobre de qué texto traducir. Se decidió traducir del texto hebreo y compararlo con la Septuaginta. Entre paréntesis se incluyen aquellas palabras y frases que están presentes en la Septuaginta y que están ausentes en el texto hebreo, que también están presentes en el texto moderno.


En ese momento, levantaron la cabeza los opositores a la traducción rusa, quienes creían que traducir la Biblia al ruso significaba vulgarizarla. En 1826, el príncipe Golitsyn fue despedido. La Sociedad Bíblica estaba cerrada. La edición impresa del Pentateuco fue quemada y el trabajo de traducción rusa de la Biblia se detuvo durante mucho tiempo.

En esa época se realizaban traducciones privadas de la Biblia al ruso. Por ejemplo, el misionero de Altai, ahora canonizado, Archimandrita Macario (Glukharev), tradujo libros del texto hebreo. Fue convocado al Sínodo y se le ordenó que se dedicara a la obra misional y no a traducir libros. Un escándalo más grave estalló en relación con las traducciones de libros del texto hebreo del arcipreste Gerasim Pavsky, profesor de la Academia Teológica de San Petersburgo en el Departamento de Lengua Judía. Tradujo con un espíritu puramente racionalista y no mesiánico. Esta traducción fue litografiada (es decir, impresa). El padre Gerasim fue convocado al Sínodo. Se le asignó amonestación privada y penitencia.

La traducción rusa de la Biblia se reanudó en 1858 después de la ascensión al trono de Alejandro II. El texto de la Biblia fue reexaminado. El texto del Antiguo Testamento también fue difundido y traducido paulatinamente. La Biblia completa fue traducida en 1875 y en 1876 apareció por primera vez toda la Biblia rusa en un solo volumen.

Dividiendo la Biblia en secciones.

Mientras existe la Sagrada Escritura, existe su división en partes separadas. Hay libros que originalmente eran colecciones de canciones e himnos. Este es el Salterio, el Libro de las Lamentaciones de Jeremías.

La división en partes separadas es inherente al significado del texto. A menudo se hacen nuevas introducciones en el texto del comienzo de la Biblia. En el período posterior al diluvio hay una constante alternancia de historia y genealogía. Cada genealogía resume un departamento histórico específico.

Había una división para uso de la sinagoga. En el Nuevo Testamento, la división existió en la Iglesia cristiana desde los primeros siglos. De los orígenes antiguos me gustaría mencionar las perícopas del diácono alejandrino Amonio (siglo IV). La división litúrgica moderna en concepciones se atribuye a San Juan Damasceno (siglo VIII). La división moderna en capítulos se realizó en Occidente en el siglo XIII (1238 por el cardenal Hugon). La primera Biblia, completamente dividida en capítulos y versículos, tal como la conocemos, se publicó en 1555 en la edición parisina de Robert Stephen. Cabe señalar de inmediato que esta división es muy desafortunada.